Tomar acción en este momento crítico de amenazas y oportunidades

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¡Este 28 de mayo – Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, organizaciones y activistas se movilizan, toman acción y alzan su voz para exigir salud, derechos sexuales y reproductivos, y justicia reproductiva para todas! Exigimos información y servicios de salud reprocuctiva inclusivos, accesibles y disponibles. Exigimos la priorización del derecho a la salud sexual y reproductiva en todas las agendas de desarrollo, convenciones y tratados de derechos humanos y agendas electorales. Resistimos las narrativas anti-derechos populistas; resistimos la militarización de los valores familiares y culturales para socavar la salud y derechos sexuales y reproductivos; resistimos la desesperanza que tales fuerzas anti-derechos pretenden sembrar.

En todo el mundo estamos viendo avances en materia de salud, derechos y justicia, que acercan a más personas a una salud sexual y reproductiva realmente accesible, inclusiva y accesible. Francia se ha convertido oficialmente en el primer país del mundo que reconoce explícitamente el derecho al aborto en su Constitución. Esta decisión histórica es un hito importante para el resto de Europa y el norte global, afirmando medidas que garantizan la protección sostenida de los derechos de salud sexual y reproductiva. En septiembre de 2023, México despenalizó el aborto a nivel federal, llamando a todos los centros de salud del país a prestar servicios de aborto. Tanzania acaba de aprobar el registro de la mifepristona gracias a los esfuerzos colectivos de la Coalición para Abordar la Morbilidad y Mortalidad Maternas por Aborto y sus Complicaciones (CAMMAC). Nepal aprobó en noviembre de 2023 el registro de los matrimonios entre personas del mismo sexo. Mientras tanto, avances similares están en camino en Japón, ya que los tribunales publicaron la sentencia que niega el matrimonio entre personas del mismo sexo como inconstitucional, instando a los legisladores a legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Las políticas y programas progresistas en derechos sexuales y reproductivos, incluido el aborto seguro, por un lado, pueden mejorar enormemente la calidad de estos servicios, contribuyendo a reducir la mortalidad materna y los problemas de salud a largo plazo, y a mejorar el bienestar general. Estos son pasos importantes hacia el empoderamiento de las personas para reclamar y ejercer sus derechos. Por otro lado, sin embargo, sin justicia y sin abordar las desigualdades estructurales, el acceso se reserva solo para personas con mayor poder adquisitivo, personas sin discapacidad, y personas con otros diversos niveles de privilegios.

A pesar de que el aborto está despenalizado y cuenta con disposiciones legales en los casos de Tailandia, Japón, India y México, entre muchos otros, el acceso al aborto seguro a menudo se considera una atención médica que solo pueden permitirse las personas con altos ingresos y sin discapacidad; las restricciones legales en todo el mundo han obstaculizado el pleno acceso a un aborto seguro. La continua discriminación y, en algunos casos, la criminalización de la orientación sexual, la identidad y expresión de género ponen en peligro la vida de las personas trans y de género no conforme, a las que se les sigue negando una atención de salud afirmativa y accesible. El estigma, el idioma, la brecha entre las zonas urbanas y rurales y el acceso a la tecnología son otros problemas sistémicos que impiden a las personas acceder a la atención sanitaria que necesitan.

Los acontecimientos de 2023 a 2024 dejaron al descubierto el autoritarismo, las atrocidades de la guerra, las calamidades naturales, el clima y otras crisis que exigen nuestra acción. De Ucrania a Palestina, de Sudán a Yemen, y de Irán a Myanmar, las mujeres, los niñxs y las personas con diversidad de género se llevan la peor parte de estas hostilidades. En estas zonas afectadas por el conflicto, las personas se ven obligadas a llevar embarazos, dar a luz y criar a sus hijxs sin acceso a necesidades básicas como la atención sanitaria. El 70% de las muertes en Palestina durante el actual genocidio son mujeres y niñas, mientras que más de 50.000 personas embarazadas darán a luz sin atención médica adecuada. El sistema médico de Sudán ha sido severamente afectado debido a los repetidos asaltos a instalaciones y personal médico, el cierre forzoso de hospitales y la ocupación de instalaciones médica por fuerzas armadas. En Irán, docenas de defensoras de los derechos humanos son detenidas, encarceladas y asesinadas injustamente cada mes. Los terremotos de Turquía y Siria han dejado a muchas mujeres embarazadas sin acceso a servicios esenciales de salud reproductiva. Según el Fondo de población de las Naciones Unidas (UNFPA), en 2023 más de 226.000 mujeres embarazadas en Turquía y 130.000 en Siria, entre las supervivientes de los terremotos, necesitarán acceso inmediato a servicios de salud reproductiva.

Estos retrocesos en materia de derechos humanos en todo el mundo no disuaden a las organizaciones y activistas que trabajamos en solidaridad y persistimos nuestra lucha por la plena realización de los derechos de salud sexualy reproductiva para todas las personas. Los logros que vemos a nivel mundial nos sirven de guía este 28 de mayo y nos recuerdan que debemos construir sobre nuestras victorias; actuar enconjunto para garantizar salud, derechos y justicia, proteger nuestros avances y exigir a los gobiernos que cumplan sus compromisos en materia de derechos humanos.

2024 presenta oportunidades y nuevas plataformas para que colaboremos en estrategias de activismos. Este año se celebrarán o habrán concluido elecciones en 64 países, lo que representa casi la mitad de la población mundial. La sociedad civil, los Estados miembros de las Naciones Unidas y los organismos de la ONU se reunirán y desarrollarán un Pacto de Futuro negociado y orientado a la acción a finales de este año. 

Nuestra movilización interseccional, inclusiva y globalmente concertada llega en el momento más oportuno este 28 de mayo, especialmente a la luz de estas próximas oportunidades de colaboración. Aunque las elecciones, los mecanismos de derechos humanos y los espacios multilaterales ofrecen posibles vías de progreso, debemos mantenernos vigilantes. Existe una amenaza muy real de que actores anti-derechos busquen explotar estas oportunidades para revertir nuestros logros arduamente ganados, controlar los cuerpos de las mujeres y limitar nuestra participación. Alzamos la voz contra los candidatos políticos conservadores y anti-derechos que se alinean detrás de restricciones al aborto, genocidios y legislación discriminatoria por género, racista y clasista. Alzamos la voz contra la reducción de los espacios cívicos y las oportunidades para involucrar a los organismos de monitoreo de derechos humanos y a los espacios multilaterales como la Cumbre del Futuro, donde la salud y los derechos sexuales y reproductivos están siendo despriorizados.

Los gobiernos y las organizaciones mundiales se han comprometido a lograr la igualdad de género, hacer frente a las crisis, poner fin a los genocidios, la tortura y los conflictos, erradicar la pobreza y empoderar a los jóvenes, entre otros objetivos. A la luz de estos esfuerzos, nuestras acciones y demandas del 28 de mayo serán fuertes recordatorios de la centralidad de los derechos de salud sexual y reproductiva y la autonomía corporal de todas las mujeres, niñas y personas de género diverso, independientemente de su orientación sexual, clase, casta, estado civil, religión, educación o ubicación geográfica en cada elección, agenda de desarrollo y plan de acción.

¡Alza tu voz!

Nos encontramos en una coyuntura de tiempos turbulentos caracterizados por guerras, injusticias, crisis y autoritarismo. Sin embargo, el año también nos presenta oportunidades cruciales para exigir a líderes mundiales que se comprometan con un futuro en el que los derechos de salud sexual y reproductiva de las mujeres, las niñas y las personas de género diverso se cumplan, se protejan y se promuevan. Esto implica garantizar que todas las personas tengamos el poder de tomar decisiones sobre nuestros propios cuerpos y futuros, libres de coerción y discriminación. Comprometerse con la libertad, la justicia y los derechos de todas las personas, debe extenderse a poner fin a los genocidios, las guerras y los conflictos.

Este 28 de mayo, hacemos un llamado a los gobiernos e instituciones internacionales para que:

  1. Cumplan con sus compromisos internacionales con los derechos humanos, incluidos los derechos de salud sexual y reproductiva, tal como se recogen en las convenciones y tratados internacionales, e incorporar estos compromisos a la legislación nacional, los marcos políticos y las agendas de desarrollo. Centrar estos compromisos en la Cumbre del Futuro y en los procesos de Pekín+30, entre otros espacios multilaterales de derechos humanos.
  2. Aborden las formas múltiples y entrelazadas de discriminación y las barreras estructurales que impiden el acceso a la información y los servicios de salud de sexual y reproductiva. Garantizar que todas las personas tengan acceso equitativo a los servicios esenciales de salud sexual y reproductiva, independientemente de su orientación sexual o identidad de género, clase, casta, estado civil, religión, educación o ubicación geográfica, y muchas otras formas de identidades o estatus social.
  3. ¡Pongan fin a los conflictos injustos y a la ocupación! Poner fin a todas las hostilidades militares en zonas de conflicto como Palestina, Yemen, Sudán y Myanmar, entre otras, y establecer un alto el fuego permanente. Poner fin a las injusticias que ponen en peligro la seguridad de mujeres y niñas, limitan o privan por completo de infraestructuras y servicios sanitarios esenciales y exacerban la violencia de género. Dar prioridad al suministro de ayuda humanitaria y servicios sanitarios esenciales, incluidos los de salud sexual y reproductiva, en estas zonas. 
  4. Defender la igualdad y la inclusión: garantizar la participación genuina y significativa de diversas mujeres, niñas y personas de identidades interseccionales en los espacios de toma de decisiones y áreas de liderazgo que afectan a su salud y sus derechos. Eliminar las prácticas discriminatorias que excluyen a los grupos de personas vulnerables por motivos de raza, edad, situación socioeconómica, capacidad, patrimonio indígena y muchas otras formas de identidad o condición social.
  5. Abordar todos los casos de violencia de género, discriminación y muchas más formas de violación a los derechos sexuales y reproductivos. Garantizar el acceso a la justicia de víctimas supervivientes y asegurar que agresores rindan cuentas ante la ley.
  6. Promulgar y aplicar leyes y políticas sobre educación sexual integral (ESI) y anticoncepción basadas en los principios de los derechos reproductivos y la justicia que protejan y promuevan la salud sexual y reproductiva de todas las personas. Garantizar que estas leyes, políticas y programas sean inclusivos, con perspectiva de género y accesibles para todas las personas, incluidas personas con discapacidades.
  7. Garantizar el acceso y la disponibilidad de información y servicios de salud sexual y reproductiva adaptados para jóvenes, incluyendo la ESI, la anticoncepción y los servicios de aborto seguro. Promulgar y aplicar leyes y políticas que den prioridad a iniciativas de salud sexual y reproductiva enfocadas en garantizar la inclusión, la afirmación de género y la accesibilidad para las personas jóvenes.
  8. Despenalizar el aborto ya, y promover, respetar y proteger el derecho al aborto seguro.
  9. Garantizar la participación y la consultas genuinas, significativas y protegidas de las organizaciones de la sociedad civil, los grupos de defensa de derechos humanos y comunidades marginadas en el desarrollo, la aplicación y la supervisión de las políticas y los programas de SDSR.
  10. Mejorar la recopilación de datos y los mecanismos de supervisión para realizar un seguimiento de los avances en los indicadores de derechos de salud sexual y reproductiva, identificar las deficiencias en la prestación de servicios y fundamentar la elaboración de políticas y programas para que se basen en pruebas y derechos inclusivos.
  11. Proteger y apoyar al personal y los centros sanitarios frente a ataques, acoso e intimidación, especialmente a quienes prestan servicios de aborto seguro. Adoptar medidas para garantizar su seguridad en las zonas afectadas por conflictos y otros entornos de alto riesgo.

¡Toma acción!

  1. Movilizar y organizar: Moviliza a organizaciones y activistas a nivel local, regional o internacional para conmemorar el 28 de mayo con diversas acciones. Organiza seminarios, foros, diálogos o movilizaciones.
  2. Alza la Voz: Elabora exigencias y mensajes propios para reivindicar y concienciar sobre cuestiones críticas en tu contexto y más allá. Colabora con organizaciones para crear materiales y estrategias de campaña que conecte con públicos diversos. 
  3. Presionar y abogar: Comparte las demandas con tu gobierno para presionar y abogar por el cumplimiento y la protección de los derechos de salud sexual y reproductiva. 
  4. Romper con el estigma: Aborda el estigma que rodea al aborto y otras cuestiones de salud sexual y reproductiva organizando talleres y debates destinados a cuestionar la desinformación y fomentar entendimiento y empatía.
  5. Ocupar espacios en línea: Utiliza las plataformas de las redes sociales para organizar encuentros virtuales, espacios en Twitter, transmisiones en directo o maratones de tweets. Usa los hashtags #LaSaludDeLasMujeresImporta y exijamos #SaludReproductivaParaTodas, y #Mayo28! En inglés #WomensHealthMatters #SRHR4All y #May28 
  6. El poder de las historias: Comparte historias y experiencias personales de mujeres, activistas, y personas de la comunidad. Realiza investigaciones y entrevistas, crea documentales u organiza sesiones de narración.
  7. Artivismo: Utiliza la creativida para transmitir estos llamados y reivindicaciones, como carteles, pancartas, música, danza y otras formas de artivismo. Crear espacios creativos de sanación y refugio a través del arte.
  8. Inspirar la acción: Comparte éxitos y victorias recientes en la lucha por derechos de salud sexual y reproductiva en sus contextos. Estos son nuestros puntos de referencia para celebrar, movilizar e inspirar victorias. Destaca las lecciones aprendidas de campañas e iniciativas anteriores para orientar futuros esfuerzos de promoción.
  9. Colaborar: Fomenta la colaboración con otras organizaciones y activistas. Trabajando en solidaridad con diversos movimientos para hacer campaña colectivamente este 28 de mayo.